Rio Pukiri
"Si tú has visto una cosita que se parece más o menos al oro, chápalo nomás, aunque parezca culebra, aunque parezca chicharra, chápale nomás. Si tienes suerte, si verdaderamente quieren dártelo, no se convierte en nada, agarras nomás como oro, te da nomás".
Don Lauro
'El Bigote', 53, de Junín

Don Lauro:
"Aquí todos somos iguales. Somos como una familia. En el momento de sacudir me puedo relajar de todo el estrés del trabajo. Los chicos se bromean, se cuentan cosas y todos somos iguales. Y lo importante es que se trabaja con alegría y que se hacen bien las cosas".
El oro se concentra en las alfombras en el fin de día.
Después de un turno, los mineros sacuden las alfombras donde se han acumulado las pequeñas partículas de oro. Los mineros lo llaman "el momento de la verdad" porque nunca se sabe cuánto oro contiene. Lavando ese material se vuelve arenilla. De ahí, se añade el mercurio para recuperar el oro.

Entre los mineros existe jerarquía hasta para tomar en un bar. Normalmente, los obreros no se juntan con los titulares de la operación minera ni con los operadores mineros. En el momento de sacudir las alfombras desaparecen las diferencias porque el trabajo es compartido.
Shorts de un minero. Región Madre de Dios.
El cargador frontal donde una bala hirió a Félix.
Félix, 32, de Madre de Dios:
"Eran las 11:45 de la noche y estuve de turno manejando el cargador frontal cuando nos atacaron los choros. Arranqué la máquina y volví al campamento, y cuando estaba acercándome, cerca de la cocina empezaron a disparar. Entonces he levantado el hampón y al hampón nomás han caído las balas, pues. Pero una de esas me cogió y de ahí ya no podía conducir, ya no funcionaba mi pie. Con el dolor, también, no aguantaba. Yo me hice el muerto porque de repente me iban a matar. En ese rato me he recordado de mis pequeñas, mis hijitas, y me he puesto fuerte y le he pedido al Señor que no iba a morir. Cuando estaba trabajando, así bien, todo bien, no nos faltaba nada a mi familia. Ahora estoy totalmente preocupado porque no puedo trabajar. ¿Qué hacer? Estoy desesperado. Los médicos me dicen que me voy a quedar en la silla de ruedas. Es un gran fracaso. Impensable todo lo que pasó".
Después del asalto Félix fue transportado a un hospital en Cuzco. No se sabe si podrá caminar otra vez.
Durante un robo en la mina, Félix fue herido de bala en la columna vertebral y como consecuencia se paralizaron sus piernas. Al quedar inválido, ya no puede encargarse de su familia. A pesar de no contar con un contrato formal, su empleador se siente comprometido y lo apoya. Los campamentos mineros se encuentran expuestos a robos por ser lugares alejados en donde funciona 'la ley de la selva'. Se expone la vida de los trabajadores mineros, quienes se convierten en víctimas fáciles.
Juan trabaja como agente de seguridad para una mina
Juan, 30, de Cusco:
"Claro, soy adicto a la coca. Sin coca no hay ganas de trabajar. Desde que tenía 12 años estoy masticando coca. Con mi papá y mi mamá producíamos coca".
Hojas de coca en las manos de Juan.
El consumo de las hojas de coca forma parte de la tradición andina precolombina. Se las mastica para luchar contra el cansancio y el hambre, pero también, se las utiliza como "pago y ofrenda a la Madre Tierra". Muchos de los mineros que trabajan en Madre de Dios nacieron en la sierra peruana y por eso se llevaron esa tradición a las minas.
El casquillo de una escopeta cerca de un campamento minero. Región del río Pukiri.
Antes de purificar el oro quemado en una retorta, se le separa en pedazos para facilitar el proceso.
Don Lauro:
"Si tú has visto una cosita que se parece más o menos al oro, chápalo nomás, aunque parezca culebra, aunque parezca chicharra, chápale nomás. Si tienes suerte, si verdaderamente quieren dártelo, no se convierte en nada, agarras nomás como oro, te da nomás".
El oro purificado se vende cerca de los campamentos mineros.
Siguiendo sus creencias, los mineros organizan pequeños santuarios en las minas para donar cosas a la Pachamama (Madre Tierra) y a otras deidades (a la Virgen del Carmen). Están hechos de una manera sencilla, pero no sin gracia. Las ofrendas contienen coca, alcohol, cigarrillos y objetos de diversa naturaleza.
Regalos a las deidades en un plato de barro cocido: dulces, palo santo, y carbón. Región Madre de Dios.
El sombrero que simula ser de oro se usa en festividades que se celebran en el campamento minero: "Aquí todo es de oro" dicen los mineros sonriendo.
Edu
36, from Junín

Edu:
"No trabajábamos ese día, mucha lluvia había. También había problemas con una bomba. ¿Qué vamos a hacer en el día? Fuimos caminando normal y a diez o quince metros dije a Rómulo: "Mira, ¿ese no es perro?". Me dijo: "Edu, voy a traer el arma, es chancho de monte, es sajino", y Rómulo se va corriendo a traer el arma y nosotros echados para que no nos mire el sajino. Y en esa corretearle al sajino. Y el sajino de miércoles se viene en contra de mí a masacrarme, agresivos son. Como estaba con botas 'pum', le pateé. Y ahí nomás llega nuestro perro Lobo contra él y se agarraron en bronca. Y justo llega Rómulo con el arma, tira tres balazos y no le hicieron nada. Y justo al Lobo que le estaba pegando duro, el sajino le estaba sacando la mugre al Lobo, tienen unos colmillazos e incluso sus colmillos suenan fuerte. Y en uno de esos Rómulo se acerca y le da en la cabeza. Y en ese rato, cargarlo y ya está lista la comida".
Edu usa una piedra del tamaño de un puño para entrenar su puntería.
César:
"No, nada es seguro en este trabajo. Uno no puede saber en qué momento nos va a pasar algo. La plata no se gana fácil aquí. Para ganar tu plata tienes que matarte 12 horas trabajando. Te sacrificas más, ganas más, te sacrificas menos, ganas menos... todo para que luego te puedas conseguir algo pues".
Una camioneta estacionada en una mina.
Manuel
48, de Ica

Manuel:
"Huepetuhe significa 'huella del tigre' en el idioma de los huarayos, unos nativos locales. Acá se le dice 'toros' a los dueños de las concesiones y 'chacal', a los obreros. 'Huaychulero' es el rango más bajo que hay. Ellos aprenden a manejar y se van a un nuevo campamento y de ahí ya no entran como huaychulero, sino dicen: 'yo soy operador'. Si eres un buen operador no te rebajes tu sueldo. Un buen operador habla de su producción porque saben separar lo que es material y lo que es la greda, la cancha. Otros cargan por cargar, pero no hay producción, no hay oro".
Manuel trabaja desde los 20 años como mécanico y arregla todo tipo de maquinaria que se usa en las minas.
En minas más grandes se construye grifos privados para la maquinaria.
Inca Kola, famosa gaseosa peruana. Una bebida preferida de los mineros. Región Madre de Dios.
En minas más grandes el trabajo continúa durante la noche. Los turnos son de 12 horas.
A veces los niños ayudan a sus padres a extraer el oro
Mientras en las minas grandes se usa maquinaria costosa, en la pequeña minería trabajan con motores más sencillos o artesanalmente
Daniel:
"Mientras que no tengamos tecnología, estamos trabajando de acuerdo a nuestros posibilidades, de acuerdo a lo que uno puede. Por eso yo digo que somos huérfanos: nadie se preocupa por nosotros. Y lo vamos a seguir siendo mientras que el gobierno no tenga los pantalones para unir a los que pueden cambiarlo".
Escena callejera en un pueblo. Región del río Pukiri.
Doña Betty
52, de San Martin

Doña Betty:
"Quién vino primero era el papá de mis hijos para poner un negocio. Los amigos le trajeron a él. ¿Por qué acá? Porque había mucho dinero del boom del oro. Yo vine a buscarle a él en el año 1999 y me quedé. Al principio yo decía: '¿qué me voy a quedar en ese pueblito? ¡No me quedo ni un día!'. Porque yo venía de la ciudad y era acá como un pueblo de nadie. Era una vida diferente acá. Pero mira, me quedé hasta el día de hoy".
En la cocina del restaurante El Palmero. Región del río Pukiri.
Doña Betty maneja un restaurante en la región de río Pukiri junto a su hermana. Cuenta con el apoyo de sus hijos. Ella también participa en activades relacionadas con la protección de los derechos humanos. De vez en cuando, sus hijos viven con ella porque también consiguen trabajo en otros lugares de Madre de Dios.
Luis, 11, de San Martin:
"Ese no es el más grande, hay aún más grandes."
Luis estaba haciendo un insectario para su curso de ciencias en la primaria del colegio Horacio Zeballos, en una zona minera.
Made on
Tilda